El ámbar es lo más parecido a tener en nuestras manos
un trocito de Sol, es brillante y energético como el astro rey. El
ámbar no es un mineral, es una resina orgánica fosilizada.
Otras gemas orgánicas son las perlas, el coral o el azabache. Su nombre
proviene del árabe “alcarabe” que significa “inflamable”. Esta preciosa
resina es la savia (la sangre) de los árboles y contiene por lo tanto
la fuerza y energía de los mismos.
Su
color es entre amarillo, anaranjado o tirando a verdoso aunque también
podemos encontrarlo en marrón. En cualquiera de sus tonalidades será
transparente y luminoso.
Los coleccionistas le dan
más valor al ámbar que contiene inclusiones de insectos, burbujas de
aire o restos de plantas pero para usarlos con fines terapéuticos es mejor el ámbar totalmente limpio de insectos para que sus vibraciones energéticas no tengan ninguna interferencia.
A la hora de comprar un ámbar, debemos tener cuidado y hacerlo en un lugar de confianza ya que hay imitaciones muy buenas
de resinas recientes e incluso de plástico coloreado. Un autentico
ámbar suele ser caro y la mayoría procede de los mares del Báltico.
Corresponde
al chakra del plexo solar, pero su energía es tan fuerte que genera una
vibración benéfica para todos los demás chakras.
PROPIEDADES
Sus propiedades son muy regeneradoras, mejora las depresiones, aporta alegría y vitalidad, calma el estrés. Si pasamos por un momento de actividad física y mental extrema nos irradia fuerza y estabilidad.
Sus propiedades son muy regeneradoras, mejora las depresiones, aporta alegría y vitalidad, calma el estrés. Si pasamos por un momento de actividad física y mental extrema nos irradia fuerza y estabilidad.
Los antiguos llevaban un colgante de ámbar para prevenir enfermedades reumáticas y articulares.Mejora todas las dolencias de las vías respiratorias, así como los dolores de garganta y problemas de tiroides. Da confianza en uno mismo, fortaleciendo la voluntad. Colocado en el plexo solar nos ayudará a fortalecer la vesícula biliar, estómago y el hígado.
Si decidimos poner un ámbar en nuestra vida, nos aportará una conexión especial con las fuerzas regeneradoras de la Madre Tierra.
Para el pueblo celta, el ámbar era un regalo de la Diosa Madre (La
Tierra), que les entregaba para obtener poder y fuerza regeneradora del
sol hecho materia.
LIMPIEZA Y CARGA
Para limpiar nuestro ámbar debemos hacerlo con un algodón empapado en una infusión de salvia y secarlo seguidamente. Para cargarlo, lo haremos a la luz de la luna o enterrado en la tierra a la luz del sol, también en una drusa de cristales de cuarzo.
Para limpiar nuestro ámbar debemos hacerlo con un algodón empapado en una infusión de salvia y secarlo seguidamente. Para cargarlo, lo haremos a la luz de la luna o enterrado en la tierra a la luz del sol, también en una drusa de cristales de cuarzo.
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