Iniciarte en la pintura de acuarela es una aventura fantástica; sólo
tómalo con calma y ¡disfruta tus nuevas habilidades de pintura! La
pintura de acuarela a veces puede ser al mismo tiempo placentera y
frustrante. Todo depende de cómo te acercas a ella. Es uno de los medios
más versátiles para trabajar. Puedes pintar desde muy controlado y
detallado, hasta muy suelto e impresionista. ¡Se recomienda que no
empieces con la idea de crear una obra maestra en tu primera vez! Da
pasos pequeños y aprende en etapas.
Tendrás que hacer un montón de pinturas antes de que te sientas
completamente a gusto con el medio. No te rindas si tus primeros
intentos son menos de lo deseado. Toma tiempo y un esfuerzo repetido
para sentirse a gusto con la pintura de acuarelas. ¡Pero vale la pena!
¡Empecemos a utilizar acuarelas!
Pasos
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Coloca una hoja de papel grueso en una mesa. Dibuja un diseño simple en ella con trazos ligeros de lápiz. Un cuadrado o un círculo es una buena idea.Anuncio
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Pon una cantidad muy pequeña de cualquier color de acuarela en la paleta blanca.
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Humedece ligeramente tu pincel. Si hay mucha agua en el pincel, presiónalo en la toalla para absorber el exceso o sacude ligeramente el exceso del pincel.
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Deja caer un par de gotas de agua - de tu pincel - en la gota de acuarela que tienes en tu paleta. No utilices demasiada - sólo lo suficiente para hacer que la acuarela sea líquida.
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Sumerge el pincel en la acuarela líquida que está en tu paleta y levanta una pequeña cantidad de color en tu pincel. A continuación, pinta esto dentro de la figura que dibujaste en el papel. Si la pintura es demasiado gruesa y se queda en un lugar, sumerge el pincel en el agua de nuevo y añade un poco más de agua a la pintura en el papel. Sigue experimentando con diferentes cantidades de mezcla de agua contra la pintura para tener una idea de la cantidad justa de agua contra la pintura que deseas. Si quieres un aspecto de "pincel seco", tendrás que utilizar menos agua en tu pincel contra la cantidad de pintura. Si quieres un aspecto muy húmedo que fluye, necesitarás más agua contra la pintura, etc... Llena la figura con color en el papel.
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Deja que la imagen se seque.
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Toma una hoja de papel de acuarela, pega los extremos firmemente en un tablero de dibujo. Utilizando un pincel grande o una esponja, mójalo todo. Después prueba pintando en él con diferentes colores. A medida que el papel se seca, observa las diferentes formas en las que reacciona la pintura de acuerdo a la cantidad de agua que hay en el papel.
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Puedes obtener un color de fondo muy suave y ligero al humedecer lo húmedo. Los colores se mezclan entre sí en el papel fácilmente y algunos colores emigran más que otros. Prueba colocar franjas de azul, después una franja de amarillo o dorado junto a ella, luego una franja de rojo después del dorado cuando esté muy húmedo. Verás las mezclas que hacen tus colores a medida que forman un degradado suave.
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Trata de dejar que se seque hasta que el brillo se vaya, pero el papel siga estando húmedo. Ahora los trazos seguirán siendo con bordes suaves, pero un poco más definidos. Una vez que los colores se bajen, deja que se seque completamente y después añade los detalles húmedos sobre lo seco.
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Utiliza un tema muy sencillo al principio, que tenga grandes áreas de color. Mezcla un poco de celeste. Marca algunas colinas y un árbol en tus líneas de boceto. Primero pinta ligeramente húmedo sobre lo húmedo. Después empieza a añadir algunos detalles húmedos grandes sobre lo mojado. Finalmente añade todos los detalles más pequeños en húmedo sobre lo seco cuando ya esté completamente seco.
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Puedes darte cuenta cuándo el papel ya está completamente seco porque ya no se va a sentir fresco al tocarlo. Ya que tus dedos tienen aceites, tócalo con la parte dorsal de la mano cuando se vea seco para saber si aún está frío. No quites la cinta que está alrededor de los extremos hasta que esté completamente plana y seca. La cinta es lo que está manteniendo plano al papel o lo aplasta de nuevo cuando se hace hacia arriba.
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Puedes utilizar un bloc de acuarelas que esté engomado en los cuatro lados como la parte superior de un cuaderno de escritura en lugar de pegar tu papel. Es un poco más costoso, pero es muy conveniente para un principiante.
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Prueba utilizando un lavado grande - mucho color claro - en un área. Después esparce sal en él antes de que se seque. Obtendrás algunos efectos hermosos que puedes utilizar para hacer copos de nieve en el cielo o liquen en las rocas.
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Prueba dibujando en el papel con un lápiz de color blanco, lápiz de cera o el extremo de una vela para ver que las líneas se muestren cuando pintes con la acuarela sobre ellas.
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Prueba cortando figuras en cinta de enmascarar y pintando dentro de esas figuras para obtener figuras exactas. Cualquier cosa que cubras con cinta de enmascarar va a permanecer limpio y blanco.
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Siempre pinta las pinturas de acuarela empezando por las áreas oscuras primero y pinta alrededor las áreas claras. Pinta alrededor o cubre cualquier cosa que necesites para mantener el blanco. Acostumbrarte a la "pintura negativa" como esta también te ayudará a obtener medidas más precisas de los objetos que el tratar de dibujar el objeto en sí. Intenta dibujar sólo la figura del espacio alrededor de la taza exactamente y la forma del espacio dentro del mango en lugar de dibujar la taza. ¡Verás una gran diferencia en la precisión!
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Prueba la "veladura". Una vez que una marca o área de acuarela esté completamente seca, mezcla un lavado delgado de otro color y pinta sobre él rápidamente. Esto cambiará el color y si lo haces con cuidado, no va a alterar los detalles que pintaste debajo de esta. Una capa dorada clara en las zonas iluminadas por el sol en un paisaje puede hacer que se vea mejor la luz del sol.
